viernes, 14 de noviembre de 2008


Hasta acá, todo normal en la vida de Horacio. Trabaja de 7 a 16 en una fábrica de atún y caballa enlatados y en general le va bastante bien. Lo que el mundo no sabe es que cuando su trabajo termina, se transforma en el esclavo erótico de sus dos compañeras de planta.

1 comentario:

Who? dijo...

Ese muchacho va de atún en atún!